martes, 15 de abril de 2014

Dosis





“Tómese dos, y llámeme por la mañana”

Es lo que siempre digo sin saber ya por qué; hasta ahora nadie ha escuchado.

Siguen llegando por recetas a pesar de que no soy médico, terapeuta o similar (y que probablemente me odiaría a mí mismo si lo fuera). Ni siquiera hay título o vestimenta blanca avalando confianza.

Siempre es la misma historia: no poder decidir, no poder dejar ir, no poder ser capaz de mirar al espejo sin conmiseración o condescendencia… no tener límites, o sentido de “un paso a la vez”.

Pero debo admitir hay algo que siempre me ha funcionado bien, y también debo admitir es necesario conocer estos puntos para solucionarlos… quizá sea cruel de mi parte recetarlo así.

“Tómese dos… ” Sé que cumplen con esa parte y los hace sentir bien, así que creen pueden hacerlo constantemente.

Pero solo dije “dos”.

No puedo culparlos por querer más pero todo debe tener un ritmo, un crecimiento; una dosis.

Sé que no sabes cuánto durará y que debe disfrutarse mientras se tiene pero si de verdad estás consciente de ello no debes lucir sorprendido cuando de repente el frasco se encuentra vacío.

Tampoco doy píldoras a adictos, y no soy recuperación.