martes, 1 de diciembre de 2015

... aún...





Justo como dije: no he olvidado lo que espero o la espera misma… pero quizá olvidé todo lo demás. Como llegué a este desierto, qué es este árbol que sostiene mi peso. Por qué el cielo lleva tanto tiempo tan gris, pero igual se reúsa a brindar lo que quiero: lluvia. Ya ni siquiera creo poder reconocerla si algún día llega a caer.

“Solo espero que la espera, no desgaste mis sueños”.

Duermo muy bien en esta nada, afortunadamente es muy propia para soñar. Supongo era ya un ermitaño mucho antes de llegar aquí. Quizá yo mismo me aislé. Quizá esto es lo que mi esencia añora, y traer vida a este paisaje es meramente un capricho ajeno, una doctrina forzada en mí… pero no lo que va bien conmigo.

A veces se siente así, no creo algo sobreviva mucho tiempo aquí de igual forma. Pero me gustaría… al menos creo que me gustaría.

Graograman tenía un panorama multicolor y no estaba anclado a un árbol de esperanza, yo solo tengo eso… esperanza… por ti a veces prefiero sucumbir al miedo y otros bajos principios.

Muy bien, soy duro, es cierto… algo más ha ocurrido últimamente. No es el monzón en mi horizonte que trae de vuelta la vida a este jardín; no es la noche de San Juan precipitándose para decir “hola” en lugar de “adiós” como la última vez… no es mi acompañante predilecto al volver a casa que me hace por fin usar mi obligado paraguas. Es meramente una llovizna en comparación.

“Siempre preferiste la llovizna a la lluvia”.

No es nada que imaginé, pero algo es… y se siente bien. A pesar de todo se siente bien.

Puede,algún día tomar fuerza, quizá me sorprenda y crezca en algo incluso mejor a lo que esperé. O podría, a la larga, con constancia, tener ese mismo efecto deseado, aun si tarda más en aparecer.

Podría ser solo una broma cruel…

No lo sé… pero ayuda lo suficiente para dejarlo ser…



domingo, 22 de noviembre de 2015

Bloqueo de Escritor.



“Todo es más fácil cuando uno puede hacer lo que más le plazca”.

¿Entonces por qué rayos no me es todo más sencillo?

Estuve ahí con toda la gama de opciones, solo una excepción. Podía ir a donde quisiera… en teoría. Y fue tan difícil decidir. ¿Qué es más simple? Estar restringido a un solo camino y saber que no es tu culpa, que es solo como debe ser; o estar en el cruce de un sinfín de senderos y saber, que no todos son el correcto, y que si te equivocas, nadie más tiene la culpa. Solo tú.

Siempre he dicho que mejor me culpo a mí mismo e intento hacerlo mejor la próxima vez. Pero igual… no es sencillo.

¿Qué opción tengo?

Es lo que me pregunto ahora y la respuesta que tengo es la que necesitaba antes:

“Eres tú, puedes hacer lo que te plazca”.
Y por más que agradezca la fe y el ánimo que intentan brindar, no estoy seguro de aun poder aplicarlo… hacer lo que me plazca.

¿Qué me place? ¿Qué quiero hacer?

A este punto: escribir. Escribir todo lo que siento, lo que he guardado y amenaza salir en el peor momento; las historias que me hacían correr solo de niño; mi vida en sí. Quien sabe sí aún puedo lo último y en qué tiempo haré lo primero, pero al menos sé, el potencial siempre estuvo ahí. Quiero creer sigue aquí. 

No es solo cuestión de lo que te place, una musa debe llegar. Y no me refiero a conseguir a alguien en especial, pero una guía es necesaria.

Ni idea cual será la mía pero he aprendido a no buscarla, aprecio demasiado como ese golpe de inspiración llega a salvarme en mi vida. Después de todo, he tenido la fortuna de que mi vida sea la peor pesadilla de un escritor:

Una página en blanco.







viernes, 17 de abril de 2015

Domando dragones









Quizá es solo una espina que necesitas sacar, o quizá meterte. En cualquier caso, puedes contar conmigo.

Tranquilo, no hay nada malo en ello, y de cualquier forma nadie tiene porque saberlo. No pretendo que tu cabeza decore mi sala de estar, lucirte en mis noches de fiesta o que seas las botas soportando mi andar. Ni siquiera busco el tesoro que cuidas, aunque sería interesante saber que es.

Puedes bajar tu guardia dragón, sé muy bien como es, conmigo no tienes que ser tan fuerte. ¡Oh no! ¡Yo sé que eres fuerte! Pero ¿acaso no te vendría bien un descanso? Podemos tomarlo juntos.

Si alguien nos ve puedes culparme a mí, di que te engañé, que solo intentabas someterme en tu deber… que bebiste demasiado anoche. No me importa, mientras lo haga más fácil para ti.

Solo ven aquí dragón, extiende tus alas y relájalas luego. Respira hondo, deja salir ese fuego… cierra tus ojos.

Tu secreto está a salvo conmigo.