lunes, 8 de diciembre de 2014

Ohhh ¡Brilla!





¿En verdad es tan diferente sentir atracción por el intelecto de alguien en lugar de su apariencia?

La inteligencia se define como la capacidad de comprender las cosas, y así creas que es algo genético o consecuencia del entorno sociocultural en que una persona se desarrolla, no es algo que alguien pueda controlar. No es como si decidieras o trabajaras ser inteligente. Ni si quiera aplicando algo a la Picasso con su “todo niño es un artista” podrías decir que es algo más que suerte, y lo mismo aplica a la apariencia física.

Sigues admirando algo que en realidad no cuesta nada.

Entiendo que al menos tiene el mérito de tomar más tiempo para apreciarse pero aun así, no se compara con de hecho intentar conocer a un individuo sin estar buscando escusas para desarrollar una conexión o un sentimiento.

¿Dónde queda el uso que le da a su capacidad el sujeto?

Hay una diferencia entre las cosas por las que puedes sentirte orgulloso, y aquellas por las que tienes que estar agradecido, puesto que aun sin creer en una fuerza mayor tendrías que agradecerlo a las posibilidades. Si en verdad necesitas una excusa, mira a como a se maneja en general en su vida, como aprovecha lo que tiene y como se concibe a si mismo con ello.

Y aun así, sería crear admiración para después un nexo y eventualmente una emoción.

Solo conócelo, deja la química y los químicos fluir, pero distinguiendo los efectos de cada uno en tu cuerpo, en tus sentimientos, y en el trato que va entre los dos en cada momento.

No lo pienses, no intentes explicarlo…

Si tanto necesitas hacerlo, no estás viendo el panorama completo, o buscas justificar las partes que no te gustan en él.