“De verdad creen que
nunca me he enamorado” Pronunció el hombre de gris con una ligera sonrisa
en el rostro. La idea era claramente satisfactoria.
“Es triste si lo
piensas… ” Agregó su igual vestido de blanco, recargado a su derecha “juzgan tan fácil, incluso a si mismos; sus
emociones”
“Son hipocondriacos emocionales, por fin sienten algo
ligeramente similar a lo que dicen las insulsas canciones que escuchan y ya
juran que es amor” concluyó uno más de negro, a su izquierda.
“Dicen que algún día
seré igual de cursi, que nadie debe de decir –nunca-”
“¡Porque sus fachadas han caído! ¡Pasaron tanto tiempo
pretendiendo ser fríos como defensa que no saben lo que eso significa en
realidad! Confunden su pretensión con nuestra forma de mantener las cosas
separadas”
“Debes recordar, jamás
hemos dicho -nunca-, solo hemos dicho lo que somos y lo que no, y siempre hemos
estado aquí como prueba”
“Emmeth: la verdad, porque no me importa si te duele”
“Allen: el justo, porque
siempre habrá otra perspectiva.”
“Sé que yo también lo
sentiré, quizá aun más fuerte que como lo hice antes, pero no recurriré a algo
que no soy. Nunca ha existido fachada, nos conocen desde hace mucho, pero quizá
entonces hablaremos más; si de verdad nos conocen, no habrá sorpresa.”
“No nos perderemos a nosotros mismos para ganar a alguien más.”
“Como siempre… dulce amargo.”