Sí, he dejado un rastro de heridos tras de mí. Desde que
alguien me convirtió en lo que ahora soy.
No tienes por qué temer. Jamás he tenido un gramo de
sadismo.
Soy capaz de ser cruel, pero prefiero ser frio.
Es solo el resultado de haber sido herido en la lucha; de
haberse vuelto el muñeco vudú para no hundirse en amargura.
Jamás seria capaz de hacerte daño, así que esta fue la
solución: actuaré como actúes conmigo…
Te reto a que me hagas daño cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario