martes, 8 de noviembre de 2011

Cuatro hojas.



Adoro caminar observando lo que me rodea. Cosas mundanas, cosas a las que no prestamos demasiada atención, y a veces, hasta cosas que ni siquiera sabía que podían estar ahí. Últimamente mi atención ha sido captada constantemente por los tréboles, siempre buscando si hay alguno entre ellos que logre destacar teniendo una hoja extra.

El problema está en que es lo mismo que buscar a ese “el indicado”. No sé ni siquiera si existen o si su reputación sea real, menos como encontrarlos. Y aun cuando realmente quisiera tenerlo no pienso desgastarme en su búsqueda. Mi vida aún puede seguir. Quiero creer que si algún día es vital encontrarlo lo haré  y que si en verdad es tan mágico y quiere estar conmigo podrá a hacerse de pies y encontrarme en mi camino haciendo obvio que puedo tomarlo, sin ambigüedades, ni escondido donde podría pisarlo. Ya he perdido bastantes por esa razón. Así, lo ideal sería en un lugar donde solo yo podría verlo, donde pueda ponerlo seguro discretamente, y así no habría pretexto de que esa suerte es solo para unos cuantos… nadie tiene por que saberlo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario