miércoles, 29 de febrero de 2012

Entre conciencia y doppelganger: mea culpa.



“Entiendo que te sientas así pero…”

“¡Yo no! ¡Simplemente no puedo hacerlo! ¡Sabemos que es un idiota! ¡Hasta él lo sabe y admite!...” La figura de blanco se interpone entre el acorralado de gris y el energúmeno vestido de negro.

“… jamás debiste confiar en el. De seguro hasta te llama marica a tus espaldas.” Concluyó mas tranquilo, con un tono de pesadumbre.

“No hay manera de saberlo, y aun si lo hiciera es problema de él, yo confié en el como amigo, lo que haga con lo que le dije bajo estos términos dependerá de que tan bajo quiera hacerse caer a sí mismo.”

“¿De verdad crees que le sea importante? Personas como el no tienen un buen concepto de si mismos, y tampoco están dispuestos a mejorarlo.”

“Lo se. Están consientes de sus errores, pero no hacen por corregirlos, sin embargo....”

“¡Incurable idealista! ¡No te corresponde hacer algo al respecto, aun arreglas tu propio desastre, no necesitas el de alguien mas!”

El personaje en gris calló y dio la espalda. El de blanco se acercó gentilmente.

“No puedes dar mas ayuda de la que necesitas.”

“Lo se, pero esperaba que si ayudaba un poco el regresaría el gesto, y entonces yo podría ayudar un poco mas. Así en un ciclo, un ciclo probablemente sin fin…”

El sujeto de negro se acercó también al de gris poniendo una mano en su hombro derecho, mientras el de blanco lo hacia en el izquierdo.

“… supongo que esperé demasiado, así que no culparé a nadie mas”.


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